OCTAVOS DE FINAL DEL EIRE-BANKOA DE AJEDREZ

 

Los octavos de final, como comentamos la semana pasada, enfrentó a primeros contra cuartos, y terceros contra segundos. Antes de comenzar las partidas se sorteó el color. Las analizaremos por orden cronológico, sabiendo que de blancas jugaron los que están en primer lugar.

 

Rodríguez-Ramírez: Poco pudo hacer el boliviano ante el violento ataque del cuádruple campeón.

 

Irure-Hernández: Partida con claro sabor a revancha. Este cruce fue la reedición de la eliminatoria de octavos del año pasado. Tenía todos lo ingredientes para que viéramos una gran partida, pero el jugador de Urretxu equivocó varios movimientos en la apertura, y quedó a merced de Irure.

 

Imaz-Jokin Fernández: Tras una italiana muy pasiva (debido a la calidad del oponente, uno de los grandes favoritos), el joven Jokin Fernández se adueñó del tablero.

 

Gallego-González: Duelo fraticida de dos de los mejores jugadores de Santikutz, que por cierto, este sábado lograban subir a primera división. Gran trabajo de Patxi Imaz, presidente de dicha entidad, que ha logrado la proeza de subir dos categorías en dos años. La partida fue de blancas, pero tras cambio de damas, ésta se igualó.  Gallego no quiso las tablas, que le ofreció González, pensando en que se le caería la bandera, pero cuando faltaban 20 segundos, González las consiguió.

 

Tras cambio de colores, se jugó una partida a 15 minutos por jugador.  La dominó el de Urretxu; pero cuando más estaba de su lado, empezó su agonía, tras grave despiste, al dejarse una torre.

 

Erostarbe-Zubia: Final complejísimo de cuatro peones, alfil, caballo, por tres peones, alfil, torre. El triple campeón de Legazpi, con graves apuros de tiempo, se vio obligado a abandonar tras la pérdida de pieza por un buen truco del conocido periodista, que partía de  víctima. Erostarbe es el jugador que nadie desea de adversario en unas eliminatorias.

 

Larrea-Regillaga: Gran partida de Regillaga, que tras ganar dos peones, puso todo su empeño en simplificar la partida, cambiando todas las piezas, obligando a Larrea a abandonar ante inminente coronación.

 

Gallastegi-García: El jugador de Elorrio no sacó rendimiento en la apertura. Dani García, el joven de Legazpi, una de las grandes sensaciones del XII Eire, no se amilanó, y estuvo a punto de dar la campanada. Partida brillantísima, que no pudo rubricarla, por una muy dolorosa derrota, ya que se dejó un caballo en un fallo de concentración cuando a Gallategi le quedaban poco más de 4 minutos.

 

Cotta-Aníbal Fernández: Se produjo la gran sorpresa del torneo. Aníbal Fernández, vigente campeón del Eire, se convirtió en un grandísimo campeón al digerir con increíble elegancia su derrota. Un modelo de saber estar. Más, viendo como una partida que dominaba, ya había conseguido dos peones pasados, se daba la vuelta. Y es que todo parecía muy sencillo. Cotta estuvo concentradísimo, viendo como le barría, pero se aprovechó de las imprecisiones de Aníbal, para jugar un final de quitarse la boina. Primero ganó pieza, luego dos peones. Aníbal siguió luchando buscando un jaque continuo, un despiste, que se le fuera el tiempo…, pero Cotta jugó, como ya hemos dicho, un final soberbio.

 

 

 

Los cruces para cuartos son los siguientes: Jokin Fernández-Mario Gallego; Mikel Zubia-Aitor Gallastegi; Egoitz Irure-Ion Regillaga; y Jesús Mari Rodríguez-Andoni Cotta.

 

Para terminar este artículo hay que destacar dos cosas:

-Ya no hay representación local. González consigue ser el primer local, y Hernández, el segundo.

 

- La fortaleza del grupo C. Pasan a cuartos sus 4 representantes: Jokin Fernández, Ion Regillaga, Andoni Cotta y Mikel Zubia.

 

*En la foto de arriba se enfrentan Regillaga con Larrea y en la de abajo, Aníbal Fernández con Andoni Cotta.